Encontrarse en un período de incertidumbre que marca una diferencia hacia el futuro, tener que decidir por cambiar de rumbo o ser obligado a ello. Para participar en procesos de selección de ejecutivos y evaluación de talento no es necesario estar en búsqueda activa de ello, es una decisión que puede abrir puertas y mantiene lista la capacidad de enfrentar la situación cuando sea necesario. Ser siempre un candidato apto para ser escogido y proyectar la carrera profesional con crecimiento exponencial es siempre una buena decisión.
Las características que hacen de un candidato la mejor opción para un cargo, dependen directamente de la organización que lo esté buscando y el perfil que hayan diseñado para el rol que se deba cumplir. Sin embargo, los componentes son siempre los mismos.
El factor personal, el cultural, la experiencia profesional, las habilidades blandas y técnicas, la posibilidad de encajar con la organización y la proyección interna.
En cuanto al factor personal, existen muchas teorías que definen los posibles caracteres que se pueden encontrar en las personas y las combinaciones que estos puedan tener. Depende del nivel de desarrollo de inteligencia emocional que tenga cada uno para mostrarse y responder dependiendo de la circunstancia. También, depende del cazatalentos identificar este componente para evaluar si se ajusta al perfil requerido.
El factor cultural es de gran importancia cuando la organización cuenta con principios que exigen una adaptación de su gente a seguir ciertas normas sociales o internas específicas. Por ejemplo, una persona conservadora y demasiado estricta, encontrará cierta dificultad de encajar en una empresa diversa e incluyente. Por el contrario, un ejecutivo joven y dinámico enfrentará dificultades en una compañía familiar y tradicional. La clave está en contar con un alto nivel de adaptación, y por supuesto, de elección.
Claramente, la experiencia profesional define la ruta que seguirá un ejecutivo en determinado sector o categoría y de esta forma, encajará en perfiles para los cuales sea considerado como una opción. Es importante saber, que aún así se escoja por cambiar de vida e iniciar de nuevo, demostrar estabilidad y resultados tangibles de forma coherente es un diferencial que define muchas veces la elección.
Las habilidades blandas y técnicas, definen si la persona podrá cumplir con las funciones que le sean asignadas en su rol, además de la velocidad de adaptación y curva de aprendizaje. Lo importante es entender que siempre deben estar en constante desarrollo y actualización, es el fortalecimiento de las ventajas que diferencian a un líder de otro.
Cuando se evalúa la posibilidad de encajar en la organización con su proyección interna, se cruzan los principios corporativos y cultura con los factores personales del candidato, se busca definir una relación directa para encontrar la posibilidad de que este tenga un lugar propio en el crecimiento mismo de la organización a futuro. Normalmente, se escogen a los que tengan una probabilidad más alta en este factor.
Finalmente, cuando la persona toma la decisión de evaluar el nivel en el que tiene cada uno de estos indicadores para iniciar su búsqueda activa o pasiva de nuevas oportunidades, debe contar con un soporte imparcial, un aliado experto en talento y con experiencia en diversos sectores de la economía, que encuentre los puntos clave a trabajar y le ofrezca el acompañamiento. Alguien que lo pueda guiar a desarrollar aquello que más necesita y poder ser así, el mejor candidato. Puede hacerlo solo, pero si cuenta con un cazatalentos lo hará mejor y más rápido.